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Que se nos rompa la pantalla iPad o de nuestra tablet no es el fin del mundo. Aunque al principio nos parezca que no tiene arreglo, lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones si llevamos a reparar el iPad en Madrid podremos tener nuestro dispositivo electrónico como nuevo en muy poco tiempo. A la hora de cambiar una pantalla tenemos que tener en cuenta los tipos que hay para ver cual es la que más nos convenga.

Básicamente hay dos tipos de pantallas: las resistivas y las capacitivas. Cada una tiene unas propiedades específicas que, dependiendo del uso que le demos, será más adecuada para nuestro dispositivo electrónico.

Pantallas resistivas
Están compuestas por varias capas superpuestas una sobre la otra. Al tocar la pantalla con el dedo o el puntero, una capa se pone en contacto con la otra y se activa. Como ventajas, son más precisas, bastante resistentes y muy económicas de fabricar. La desventaja es que tienen menos brillo y hay que presionar la pantalla con un poco más fuerza que el otro tipo, aunque no es necesario hacer una presión excesiva.

Pantallas capacitivas
Son las más usadas en este tipo de dispositivos modernos. Funcionan con unos sensores que reaccionan ante una distorsión del campo electrostático de la pantalla al entrar en contacto con el dedo. Como ventajas, tienen más brillo y permiten el multitouch. La desventaja es que son menos resistentes y más caras que las anteriores y sólo pueden utilizarse con el dedo o con punteros especiales para este tipo de pantallas.

Lo ideal es que al reparar el dispositivo electrónico utilices el mismo tipo de pantalla, pero si te sientes más cómodo con otra, puedes consultar en tu centro de reparaciones para ver si le pueden poner una de otro tipo y optimizar su funcionamiento.

Fuente: movilmanzana.tumblr.com