Las tradicionales etiquetas RFID pueden leerse desde distancias de hasta 10 metros. La misma etiqueta con BAP pueden leerse desde distancias de 40-50 metros.

Las etiquetas RFID pasivas tradicionales se basan en la obtención de energía que emite la señal del lector para despertar el chip y proporcionar la retro-reflexión (backscatter) necesaria para su identificación. Las etiquetas RFID con Batería Asistida para la tecnología RFID pasiva, o “BAP” como a menudo se hace referencia en la industria, contienen su propia fuente de alimentación integrada en la propia etiqueta. El objetivo es proporcionar lecturas de largo alcance con alto rendimiento para aplicaciones o soluciones RFID para las industrias relativas a mercancías, metales, productos químicos, papel, seguimiento de personas, control de carreras, y la cadena de frío entre muchas otras aplicaciones.

Dentro de cada etiqueta RFID con BAP batería de 1,5 voltios, muy delgada, con una duración estimada de 2 años y medio a temperatura ambiente, incluso leyendo la etiqueta RFID unas 10.000 veces por día. Lo que es importante a tener en cuenta es que cuando la batería finalmente muere, todavía se puede leer la etiqueta, pero sólo a una distancia menor de hasta 3-4 metros.

Las etiquetas RFID con BAP devuelven alrededor del 90% de la energía que reciben, mientras que las tradicionales etiquetas RFID pasivas suelen devolver un 10-15% de la señal que les llega. Ello significa que en el mundo real, o en el trabajo diario, se obtienen unos mayores índices de fiabilidad pudiéndose leer desde más lejos y, lo que es más importante, pueden leer incluso en los entornos más difíciles, como los que contienen líquidos y metales.

También es muy importante no confundir las etiquetas RFID con BAP con las etiquetas activas. Las etiquetas activas van transmitiendo con intervalos definidos mientras que las etiquetas RFID con BAP no emiten de por si, usan la batería para mejorar la potencia de la señal cuando responden a un lector.

Test realizados

Se realizó un test comparativo entre las etiquetas RFID con BAP con cuatro de las más utilizadas en el mercado, como las proporcionadas por UPM, Alien, RSI y Avery entre otros, todas funcionando bajo la normativa ISO 18000-6C pasiva para comprender hasta qué punto la batería hace diferencia.

Con nuestro lector RFID de mano, las pruebas de la etiqueta RFID con BAP alcanzaban hasta 15 metros de distancia sobre cartón, mientras que sobre metal se leyó hasta 13,5 metros de distancia. La batería también ayudó a superar los retos leer al tener que trabajar con paletas de los líquidos y metales atravesando de portales RFID.

Con nuestro lector RFID fijo, las pruebas de la etiqueta RFID con BAP alcanzaron distancias de lectura de hasta 47,1 metros sobre cartón y de 45,9 metros sobre metal, más de 5 veces la distancia de una etiqueta RFID pasiva Gen 2 tradicional.

Referente al precio, éste puede rondar 1€ si se demandan ciertas cantidades. Por ello estas etiquetas RFID pueden ser rentables en ciertas aplicaciones críticas.

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