Contar con un buen aislamiento térmico en Barcelona, Madrid o cualquier otra ciudad es fundamental para disfrutar de un hogar confortable en el que no se produzcan pérdidas de calor durante el invierno o de fresco durante el verano. Este aspecto también influye directamente en el consumo eléctrico de una casa, ya que puede impedir una sobreutilización de la calefacción o del aire acondicionado.

Pero, ¿por qué se pierde energía en una casa? Básicamente porque no se cuenta con un aislamiento total, existiendo pequeñas rendijas o aberturas. También suele ocurrir cuando las ventanas o las puertas no son las idóneas. Por último, existen pérdidas a través de paredes y techos.

De lo anterior se puede extraer que las dos principales causas de pérdida de energía de un hogar son un mal aislamiento térmico y diferentes fugas de aire.

Así, según los estudios de aislamiento térmico hechos en Barcelona, Madrid y otras ciudades, se ha podido comprobar que alrededor del 25 o el 30% de las pérdidas de calor tienen lugar por culpa de las ventanas y de las puertas. Un mismo porcentaje se puede atribuir a los techos y cielos de un hogar. Alrededor del 20% se escapará a través de los muros y paredes, mientras que el 5% será por el suelo. Finalmente, se estima que existe una pérdida del 10% por culpa de la ventilación de los hogares.

Es importante que estos datos sean tomados como una estimación, pudiendo variar el porcentaje. Por ejemplo, en un edificio de varios pisos, los que se encuentren en plantas intermedias, reducirán la pérdida por techos y suelos de forma significativa.

Además, también existirán otros factores que influirán en la cantidad de calor que puede llegar a perder una casa. Algunos ejemplos son el clima, la orientación del edificio, el tamaño de la casa, los hábitos de vida, la eficiencia de los sistemas de calefacción y también de refrigeración o el tipo de combustible que se utilice en los mismos.

Bien, ahora que las razones están claras: ¿Por qué se ha de potenciar el hermetismo térmico en Barcelona, Madrid o cualquier otra ciudad? Básicamente para poder economizar la energía que se utilice, reduciendo las pérdidas y también la factura eléctrica. Con esto se conseguirá a la vez un mejor confort en el hogar que disfrutarán todos los miembros de la familia, y, en último lugar, se evitarán condensaciones que terminar por formar humedades en los espacios interiores.