cerrajeros urgencia MadridCuando un cliente tiene que contratar los servicios de cerrajeros de urgencia en Madrid muchas veces lo hace sin tener en cuenta ciertos elementos de consideración que pueden suponer la diferencia entre un trabajo verdaderamente bien hecho y un servicio que va a ser necesario “parchear” en el futuro.

La seguridad es lo primero

Los robos y refuerzos en la seguridad en los pisos son dos de las situaciones en las que más se suele echar mano de las empresas de cerrajería. De acuerdo con los datos de la Secretaría de Estado de Seguridad, Policía Nacional y Guardia Civil, en Madrid se producen alrededor de 40 robos en domicilios. De acuerdo con la Organización de Consumidores, por unos 500 euros se puede contar con la instalación de cerraduras de seguridad en el hogar plenamente eficaces. Cualquier empresa de cerrajeros de urgencia en Madrid puede encargarse de aconsejarle cuáles son las mejores marcas para su vivienda en concreto.

No olvide que las cerraduras y cierres de seguridad no sólo aportan seguridad “activa” sino también “pasiva” en virtud de su efecto disuasorio. En efecto, cuanto más tardan los “amigos de lo ajeno” en abrir una cerradura, más crecen las posibilidades de ser detectados.  

Asegúrese de contratar empresas de confianza

Según los registros de la OCU, cada año se registran en esta asociación en torno a 2.000 reclamaciones en el hogar. Muchas tienen que ver con las tarifas excesivas que algunas empresas de urgencia llevan a cabo. En este sentido, nosotros aconsejamos que cuando tengan que acudir a cerrajeros de urgencia en Madrid pidan presupuestos y tarifas por adelantado, incluso en casos en los que la premura juega un papel importante (robos, averías antes de vacaciones…). En este sentido, asegúrese de contar con, por lo menos, dos presupuestos que poder comparar. Queremos decir que, en vista de que las tarifas son libres, las diferencias entre uno y otro profesional o empresa puede variar enormemente.

Solicite garantías

Contactar con cerrajeros de urgencia en Madrid no implica que los trabajos puedan ser llevados a cabo sin contemplar unos mínimos estándares de calidad. En este sentido, las asociaciones de defensa de los consumidores apuntan a que los trabajos deben contar con garantías de, al menos, tres meses.

Empresas como, por ejemplo, Multiservicios Veta, apuestan por ofrecer a los clientes que solicitan sus servicios plenas garantías por escrito de la calidad de sus trabajos. Esta es una práctica que debería ser norma dentro de este segmento de actividad.