Uno de los mayores enemigos de los metales en el sector industrial es la corrosión. Los intentos por dar con una solución han sido varios en los últimos años, encontrando en la metalización la tan deseada respuesta. ¿En qué consiste? El objetivo de este proceso es la protección de las estructuras metálicas aplicando sobre ellas recubrimientos de zinc, aluminio o acero inoxidable.

metalizaciónUna gran variedad de sectores se han visto afectados por el desgaste y la erosión provocada por agentes mecánicos, químicos y biológicos. Entre ellos, el sector naval, el de la automoción, la construcción, la restauración, etc. Se trata de un problema grave, ya que puede provocar la ruptura de las piezas afectadas, con el costo importante que supone para la compañía si esto llega a ocurrir.

Empresas como Vigra han visto en la metalización una fuente de negocio y se han especializado en su aplicación, ofreciendo la solución más ventajosa a las necesidades de sus clientes. Gracias a ese recubrimiento de los metales lo que se consigue es frenar la corrosión. Aunque otro de sus usos está relacionado con el endurecimiento de superficies. Este procedimiento, el de la metalización, también se emplea para dar a las piezas metálicas desgastadas una mayor dimensión para después trabajarlas y devolverles su forma original.

Cuando un metal está a la intemperie, soportando cambios de temperatura, ¿qué es lo que le ocurre? Tales circunstancias reducen la vida útil de ciertos metales. De ahí, que se utilice un recubrimiento que puede ser también de varios tipos, aunque el más efectivo es el revestimiento metálico.

La metalización está en auge también por su bajo coste. Para conseguirla lo que se hace es sumergir las partes ferrosas en baños de los metales mencionados (zinc, aluminio o acero inoxidable) y éstos le proporcionarán una barrera que impide que el deterioro o desgate de la pieza avance.

Una operación previa a la metalización con zinc, aluminio o acero inoxidable, es el granallado, un proceso que se lleva a cabo para limpiar, fortalecer o pulir el metal.

40 años de experiencia a su espalda es lo que diferencia a Vigra del resto de empresas de la competencia. En lo relativo a la metalización, esta empresa ha sabido actuar con rapidez, eficacia y profesionalidad, consolidándose en el mercado como un referente. Como resultado de su apuesta por la calidad, está acreditada con el certificado ISO 9001 e ISO 14001. Si deseas más información sobre los servicios y trabajos que realiza, entra en su página web.